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Facebook como red social

El otro día llegó a portada en el sub-reddit de Android un artículo al respecto de la aplicación para el teléfono de Facebook y el mal uso de Dalvik por parte de ella. Sin embargo, más que el artículo mismo, me llamó bastante la atención los comentarios al respecto, cuya idea general de lo que es Facebook, para muchos, el día de hoy es algo similar a una enfermedad. En algunos casos hasta llamarla una metástasis social. Si bien el servicio no es el culpable al respecto de esta situación, en muchas ocasiones son los mismos usuarios que no solo producen diferentes contenidos dentro de la plataforma, sino que incluso, de manera indirecta, obligan a otros a participar.

Mi experiencia personal con la red, es que como la mayoría, en un principio me uní y participaba activamente, subía fotos, realizaba comentarios en los estados y hasta participaba en varias comunidades de distintos tipos. Hoy, ya no lo hago y es principalmente a la cantidad de contenido que se genera por parte de del gran número de usuarios, quienes han aumentado drásticamente en los últimos 5 años. En la actualidad la gran mayoría de las personas tiene Facebook y asimismo generan contenido casi de manera diaria.

El punto es que lamentablemente, tal como comentábamos el otro día con un grupo de compañeros, no hay responsabilidad al momento de ser un ciudadano digital. En otras palabras, lo veo y lo comparto automáticamente, casi como condicionado a la acción, en muchos casos con el único fin de obtener la mayor cantidad likes, los cuales hasta cierto punto son comprensibles dada la naturaleza de la misma red social. Sin embargo, en muchas ocasiones el obtener me gusta solo se vuelve en un mero objetivo a cumplir.

Presión Social

Una gran cantidad de usuarios que hoy en día usan Facebook, en cierta medida se ven obligados a hacerlo, por distintos motivos sociales, ya sea para no perder contacto con familiares en el extranjero, para juntarse de vez en cuando con amigos o ex-compañeros de la universidad o colegio, etc. Personalmente en muchas ocasiones me veo forzado a usar Facebook únicamente por la presión misma que ejercen mis contactos. Prácticamente, toda la información acerca de mis amigos o familiares se encuentra en esta red y la única vez que intenté cerrar mi cuenta, un evento en particular me obligó a abrirla nuevamente debido a que toda la información al respecto se reunía en este servicio. Si no estás en esta red, entonces estás fuera, así de simple.

La cultura de Facebook que tenemos en la actualidad puede ejemplificar fácilmente. Si alguien hoy en día realiza un evento de cualquier índole, digamos para este caso un evento de beneficencia, es muy probable que entregue toda la información relativa utilizando Facebook, creado un evento en la plataforma y entregando los detalles respectivos tales como lugar, horario, formas de ayudar, etc. Es muy poco probable que a alguien se le pase por la cabeza compartir la información por correo electrónico, montar un post en un blog, crear un artículo en una Wiki o crear un documento de texto con la posibilidad de editar el contenido en línea. Lo mismo puede aplicarse para lo que ocurre después del evento. La publicación de fotos y vídeos, junto con cualquier comentario entre personas, al respecto del contenido, probablemente ocurra en Facebook. Enviar fotos o videos por correo electrónico hoy en día es algo que no se hace, casi como una opción inexistente. Del mismo modo, se dejan de lado plataformas como Flickr, Dropbox o Imgur para compartir.

Facebook y el trabajo

Sumemos a todo lo anterior el tema laboral. Quizás algunos de ustedes, o sus conocidos, utilizan Facebook para expandir sus negocios. Ventas de dulces, accesorios tecnológicos, perfumes, etc. son ejemplos comunes. Hacer una página en Facebook, para promocionar productos, es casi tan sencillo como seguir un par de instrucciones y en menos de dos minutos puedes tener tu vitrina online funcionando. Si comparamos lo anterior con otras alternativas como Wordpress o Blogger como plataforma de ventas veremos que el panorama se complica, en primera instancia seleccionada el tema adecuado para adaptar un blog a un servicio en línea de ventas. Luego, configurar los aspectos técnicos propios del sistema y finalmente cuidando de que cada detalle funcione correctamente, como el pago en línea si es que se desea implementar. Por lo general se le suele pagar a un tercero para que haga todo este trabajo. Sin embargo, para las empresas pequeñas que recién comienzan en el rubro, lo anterior no es viable, ya que se puede ahorrar dinero si consideramos que ya existe un servicio gratuito para promocionar productos y servicios.

Personalmente, estoy obligado a tener una cuenta, porque debo manejar el Facebook de la institución en donde trabajo compartiendo información relevante a ella y respondiendo tanto mensajes como comentarios. A fin de cuentas, tenemos que considerar que Facebook es la red social más popular del país y ello implica tener a disposición una enorme cantidad de futuros clientes.

Invitaciones y Privacidad

Aquí es donde recae el principal problema de los usuarios. Más de alguno de ustedes se ha visto lleno de notificaciones de juegos, invitaciones a eventos, o comentarios en fotografías que muchas veces ni siquiera nos incumben en lo absoluto. Sin embargo, el sistema nos ofrece la opción de no enviar invitaciones que resulten en notificaciones. El problema radica entonces en que la gente lo desconoce o simplemente no lo ve, entre tanto clic sobre Ok o Siguiente. Por otro lado, el otro día estaba leyendo este artículo, titulado "Tengo 13 años y ninguno de mis amigos utiliza Facebook" que habla, entre varias cosas, al respecto de la privacidad que como usuarios debemos tener en Internet. Para ello, la autora utiliza un excelente ejemplo:

Digamos que me invitan a una fiesta, y hay menores bebiendo. Yo no estoy en ningún caso tomado alcohol, pero a alguien se le ocurre sacar una camara. Incluso si no ando con un vaso en la mano, puedo ser fotografiada detrás de alguien tomando. Luego, esa misma semana, algún tonto decide publicar esas fotos de aquella "increíble" fiesta. Si mi mamá ve que estoy bebiendo en una fiesta, incluso si no participo de manera directa, pero aparezco en la foto, entonces estoy muerta. A fin de cuentas no es culpa de Facebook, pero a veces pasa.

Lo curioso es que el artículo en cuestión fue escrito por una niña de tan solo 13 años, lo cual deja en claro la necesidad que existe, no solo por parte de la comunidad en general por tener un poco de privacidad, sino que además en un tema que se debería discutir al respecto.

Facebook y ese mal que no es necesario

A pesar de la fragmentación que se pueda generar, hoy en día por cada servicio, podemos encontrar una gran cantidad de alternativas. De este modo, al ser Facebook la red social más popular, existen otras tales como Tumblr, Bebo, Pinterest, Google+ o incluso el correo electrónico o mensajes de texto. De manera personal, prefiero Google+ como red social principalmente por el contenido que se genera. En esta red, estoy en varios grupos cuyos contenidos son de mi interés en la actualidad (Google Apps for Education, Chromebooks, Nexus, Mistery Hangouts, entre otros). Aun así, sigo amarrado a Facebook por uno que otro motivo. Sin embargo, la actividad con mi cuenta personal es nula y creo que será así hasta que ya no sea lo popular que es hoy en día.


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